El pasado Viernes 9 de Octubre se presentó públicamente el libro bautismal que recoge la Partida de Bautismo de Miguel de Cervantes después de un arduo trabajo de restauración llevado a cabo durante los últimos meses por la Dirección General del Libro del Ministerio de Cultura, por medio de los técnicos del Archivo Histórico Nacional.
El acto de presentación tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento. Este documento es uno de los más valiosos que guarda el Archivo Municipal de Alcalá y gracias a la intervención realizada aplicando las mejores técnicas de restauración y conservación se ha podido recuperar casi como era originalmente.
Tras varios meses de intenso trabajo se ha conseguido recuperar el esplendor de este documento, incluso, borrando la anotación reciente y a bolígrafo que alguien había hecho indicando que ese registro bautismal era el de Cervantes.El Ministerio de Cultura ha aprovechado el momento para digitalizar el documento entregando al Ayuntamiento cuatro DVDs con la partida en formato de alta calidad. Esto permitirá, además, la posibilidad de mostrarla en cuantos lugares se precise sin necesidad de mover el documento original.
Es de agradecer el esfuerzo realizado por el Ministerio de Cultura, tanto económico como profesional, que hace que los alcalaínos, los españoles y el resto del mundo podamos disfrutar de un documento tan importante para la cultura universal.
Partida de Bautismo de Miguel de Cervantes (folio 192):
“En domingo, nueve días del mes de octubre de mil e quinientos e cuarenta e siete años, fue bautizado Miguel, hijo de rodrigo de Cervantes e su mujer doña Leonor; fueron sus compadres Juan Pardo; baptizole el Reverendo Señor Bachiller Serrano Cura de ... nuestra Señora, testigos Baltasar Vázquez, Sacristán e yo que lo bapticé y firmé de mi nombre. Bachiller Serrano”.
Miguel de Cervantes fue bautizado el 9 de octubre de 1547 en la parroquia de Santa María de Alcalá en presencia de sus padres, Miguel y Leonor, por el reverendo Bartolomé Serrano. Como testigos actuaron Baltasar Vázquez, el sacristán y el propio cura.
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