El 1 de Marzo de 2009 será una fecha histórica, será la fecha en que muchas y muchos ciudadanos vuelvan a ser libres, va a ser la fecha en la que Euskadi tenga un lehendakari socialista.
Confio en que el Partido Socialista sea la fuerza más votada, porque ha demostrado ser el único
que puede garantizar un gobierno de convivencia, de diálogo y capaz de responder a los problemas de la gente. Este partido ha demostrado ser el único que representa a la mayoría plural de Euskadi.
que puede garantizar un gobierno de convivencia, de diálogo y capaz de responder a los problemas de la gente. Este partido ha demostrado ser el único que representa a la mayoría plural de Euskadi.
Los vascos y las vascas están muy cerca del cambio tranquilo y sensato que han soñado durante mucho tiempo. Están muy cerca de poner fin a la crispación continua, el enfrentamiento permanente, la división.
Las ciudadanas y los ciudadanos de Euskadi están muy cerca de tener un lehendakari, Patxi López, que habla más de entendimiento que de separación; de acuerdo, que de división; de diálogo, que de rupturas; un lehendakari que construirá, sumará y unirá; un lehendakari abierto, moderno, cercano y progresista; un lehendakari que tiene todo el futuro por delante, mientras otros sólo tienen pasado.
El candidato del PSE-EE a lehendakari, Patxi López, se ha comprometido a poner toda la carne en el asador para que los ciudadanos y las ciudadanas de Euskadi vean el final definitivo de la violencia. Ese es el objetivo prioritario, porque el fin de ETA será algo que unirá a todos los vascos y las vascas.
Patxi López no se conformará con pedirle a ETA que desaparezca, sino que pondrá todos los medios que estén a su alcance para acelerar el fin de la banda terrorista, como potenciar la eficacia de la Ertzaintza y su coordinación con los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La cita del 1 de marzo con las urnas no es para optar entre nacionalistas y no nacionalistas. Es para elegir entre pasado y futuro; entre un lehendakari conservador y un lehendakari progresista; entre un lehendakari que se ha instalado en el discurso del victimismo y del miedo al cambio para que todo siga igual en Euskadi y un lehendakari valiente y conciliador, con ganas e impulso.
El tiempo del PNV y de Ibarretxe se ha acabado. El País Vasco necesita un gobierno y un lehendakari que se ocupe de los problemas de la gente, no que la gente se tenga que ocupar de los problemas del lehendakari y de su obsesión por su consulta, su plan o su referéndum.
En Euskadi está más cerca que nunca la posibilidad de ver el inicio de un nuevo tiempo con un lehendakari que tienda puentes y no enfrente, que represente a los que tienen cuatro apellidos vascos y a los que no, a los que han nacido en el País Vasco y a los que no; un lehendakari que acabe con la existencia de vascos de primera y de segunda clase.
A partir del próximo domingo puede echar a andar una nueva Euskadi con más entendimiento entre demócratas y menos crispación e intolerancia. Esperamos que, el 1 de marzo, los vascos y las vascas den un gran SI al nuevo tiempo político.
El PSE-EE es un partido como la mayoría y para la mayoría. El PSE-EE representa los dos valores fundamentales de la sociedad vasca: confianza y convivencia. Confianza frente al miedo de los que piensan que las cosas no se pueden cambiar. Y convivencia frente a los que se empeñan en dividir.
Patxi López ganará las elecciones vascas, aunque serán los vascos y las vascas
quienes realmente ganarán.
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